«Maigret duda» de Georges Simenon
Señor jefe de división:
Sabe usted mejor que yo que la realidad no siempre es verosímil. Pronto va a cometerse un crimen, probablemente dentro de pocos días. Quizá por obra de alguien que conozco, quizá por obra mía.
No le escribo para impedir el drama. Es en cierto modo ineluctable. Pero me gustaría que, cuando el acontecimiento se produzca, lo sepa usted.
Maigret duda, Georges Simenon (pág. 7)
Sinopsis
Una carta anónima advierte a Maigret de que está a punto de cometerse un asesinato. Tras una eficaz investigación, su equipo de la Policía Judicial descubre que la misiva proviene del domicilio de Émile Parendon, un reputado abogado que autoriza al comisario a registrar su lujoso apartamento de los Campos Elíseos.
Sin embargo, la identidad tanto del autor de la carta como de la víctima continúan siendo un misterio. Para evitar el anunciado crimen, Maigret interrogará durante dos días al sospechoso, pero pese a sus esfuerzos no podrá evitar la tragedia. Cuando aparezca el cadáver, todos en la casa del abogado Parendon tendrán algo que ocultar: para resolver el crimen el detective deberá penetrar en la elusiva y compleja red, hecha de apariencias y mentiras, de la alta sociedad parisina.
Valoración personal
Nota
Opinión personal
Este es mi cuarto libro de Simenon, pero curiosamente es mi primera novela sobre Maigret, su personaje más conocido. Con cada libro de Simenon que leo, más me atrapa. Y es curioso, porque, para mí, esta novela no tiene un gran misterio por resolver. Es más, se ve de lejos qué va a pasar y quién es el culpable. Sin embargo, no le resta valor a la novela. La forma de escribir, el tono y los diálogos entre los diferentes personajes, son sumamente absorbentes. Me ha atrapado la trama y sin darme cuenta me leí el libro en dos tardes.
Es una muy buena novela de misterio, sin grandes momentos de acción. No hay persecuciones, ni momentos épicos, es una novela pausada y calmada; como si el crimen se cometiera a cámara lenta. Desde el principio cuando Maigret recibe la carta, sabes que se va a cometer el crimen, pero conforme avanza la historia parece que no llega nunca. Sin embargo, el tono invita a sentir que el crimen está cerca; y a lo largo del libro empiezas a dudar, ¿se cometerá el crimen? ¿lo podrá evitar Maigret?
Mientras tanto, el artículo 64 ronda en cada meditación de Maigret; porque es inevitable, las posibles víctimas y criminales no parecen estar cuerdos del todo. Cada uno, a su modo, tienen sus manías: el señor Parendon está obsesionado con el artículo 64, su secretaria tiene aversión a que un hombre entre en su casa y, la señora Parendon parece una fantasma que vigila silenciosamente a cada miembro de la familia. Incluso el final de la obra es ambiguo; Maigret no sabe si el criminal estaba loco o no, y el lector se queda con la misma duda.
La novela no tiene grandes descripciones. Se basa, principalmente, en los diálogos de Maigret con los diferentes personajes y, en las internas reflexiones que Maigret se hace para alcanzar la solución del misterio. No obstante, los diálogos consiguen aportar un tono de misterio y suspense que atrapa al lector y, al mismo tiempo, consigue dar la sensación que la novela avanza y no se quede estática aun cuando el ritmo de la novela sea pausado.
Una novela que recomiendo a todos aquellos aficionados a las novelas negras. Más para aquellos que busquen novelas reflexivas, que para aquellos otros que estén buscando novelas con acción.
Datos técnicos
