«La inquilina de Wildfell Hall» de Anne Brontë
-Verás, Rose, en todas las labores domésticas hay que tener en cuenta solo dos cosas: primero, lo que es conveniente hacer y, en segundo lugar, lo que sea más agradable para los hombres de la casa... para las mujeres basta cualquier cosa.
La inquilina de Wildfell Hall, Anne Brontë
Sinopsis
Tras muchos años de abandono, la ruinosa mansión de Wildfell Hall es habitada de nuevo por una misteriosa mujer y su hijo de corta edad. La nueva inquilina –una viuda, al parecer –no tarda, con su carácter retraído y poco sociable, sus opiniones a menudo radicales y su extraña, triste belleza, en atraer las sospechas de la vecindad, y a la vez la rendida admiración de un joven e impetuoso agricultor. Pero la mujer tiene, en efecto, un pasado… más terrible y tortuoso si cabe de lo que la peor de las murmuraciones es capaz de adivinar.
Valoración personal
Nota
Opinión personal
De las tres hermanas Brontë, Anne era la única cuyo trabajo aún no había leído, así que este año decidí darle una oportunidad y leer una de sus novelas. Estaba indeciso entre «Agnes Grey» y «La inquilina de Wildfell Hall», pero finalmente opté por esta última debido a las numerosas críticas positivas que había leído previamente. Y debo decir que no me ha decepcionado en absoluto, ya que es una novela excepcionalmente bien escrita y atractiva.
La historia nos narra la historia de Helen Graham, una joven y misteriosa que se muda a Wildfell Hall con su hijo a una casa rural que está prácticamente en ruinas. La llegada de Helen despierta recelos y una curiosidad morbosa de todos los habitantes del pueblo, y dónde no tardarán en aparecer rumores y especulaciones sobre la joven recién llegada. Pero, Gilbert Markham, un joven galán del pueblo, intentará defenderla de las difamaciones y al mismo tiempo se verá atraído por Helen.
La difamación y los rumores tienen un impacto negativo en la vida de Helen y en su relación con los demás personajes. Ella es vista con sospecha y desconfianza por muchos de los habitantes del pueblo, y es juzgada sin piedad por su pasado. Esto hace que sea difícil para ella establecer relaciones significativas y honestas con los demás personajes, y crea obstáculos en su relación con Gilbert Markham.
Además, los rumores y la difamación también reflejan los prejuicios de la sociedad victoriana hacia las mujeres que desafían las normas de género y que buscan la independencia y la libertad.
Por medio del diario de Helen, nos narra la historia de la vida de Helen y su desastroso matrimonio con Arthur Huntingdon, un hombre abusivo y alcohólico. Veremos como Helen pasa del mayor enamoramiento a vivir en un completo infierno.
Una vez se descubre la historia tormentosa del matrimonio de Helen, ésta es juzgada y condenada por haber escapado de un matrimonio abusivo y por buscar una vida independiente para ella y su hijo.
La novela es elocuente en su crítica a la sociedad victoriana y su hipocresía moral, especialmente en cuanto al trato que recibían las mujeres en esa época. Helen es un personaje fuerte e independiente que desafía las normas sociales de su tiempo y se niega a ser controlada por los hombres a su alrededor.
Feminismo
«La inquilina de Wildfell Hall» es considerada una de las primeras novelas feministas de la literatura inglesa, ya que desafía las normas sociales restrictivas impuestas a las mujeres en la época victoriana y aborda temas importantes como la violencia doméstica y la autonomía femenina. La novela ha sido considerada un hito en la lucha por la igualdad de género y ha inspirado a muchas mujeres a lo largo de los años a luchar por sus propios derechos y libertades.
La autora, Anne Bronte, es una de las pocas mujeres escritoras de la época victoriana y su obra refleja una sensibilidad femenina y una comprensión única de las experiencias de las mujeres. En la novela, Bronte utiliza la figura de Helen Graham para desafiar los roles de género tradicionales y mostrar que las mujeres tienen derecho a una vida independiente y a tomar sus propias decisiones.
Helen Graham es un personaje fuerte y decidido que se niega a ser controlada por los hombres a su alrededor. Ella abandona a su esposo abusivo y alcohólico, Arthur Huntingdon, y se muda a Wildfell Hall con su hijo para escapar de él y comenzar una nueva vida. Helen también se enfrenta a la hipocresía de la sociedad victoriana que juzga a las mujeres que se separan de sus esposos.
La novela también cuestiona la idea de la pureza femenina y la doble moral sexual de la época victoriana. En la historia, Helen es vista como una mujer inmoral por los habitantes del pueblo debido a su separación de su esposo, pero Bronte desafía esta visión y muestra que Helen es una mujer fuerte y respetable que tomó una decisión difícil para protegerse a sí misma y a su hijo.
Personajes
Los personajes principales de «La inquilina de Wildfell Hall» son Helen Graham, Gilbert Markham y Arthur Huntingdon.
Helen Graham es la protagonista de «La inquilina de Wildfell Hall» y es un personaje bien desarrollado y complejo. Helen es un personaje que desafía las normas sociales de la época victoriana en la que se desarrolla la novela. En una época en que se esperaba que las mujeres fueran sumisas y obedientes a sus maridos, Helen se niega a someterse al control de su esposo abusivo y alcohólico, Arthur Huntingdon. En cambio, decide separarse de él y comenzar una nueva vida por su cuenta, a pesar de la oposición de la sociedad. Su historia es conmovedora y su personaje es una inspiración para las mujeres que luchan por su independencia y su libertad.
Arthur Huntingdon es el esposo abusivo y alcohólico de Helen Graham. Arthur es un hombre egoísta y maltratador que abusa verbal y físicamente de su esposa. Él no muestra ningún remordimiento por su comportamiento y es incapaz de reconocer su responsabilidad en la situación que ha creado. En lugar de eso, culpa a Helen por su infelicidad y por cualquier problema en su matrimonio. Arthur es un hombre que vive en la inmoralidad y la disipación. Él es infiel a su esposa y se enreda en vicios como el alcoholismo y el juego, lo que lo lleva a la ruina financiera. Su comportamiento escandaloso y sus acciones negativas afectan no solo a Helen sino también a su hijo y a otros personajes de la novela. Arthur Huntingdon es un ejemplo de los peligros de la masculinidad tóxica y el abuso de poder. Su personaje muestra cómo los hombres que abusan de su poder y controlan a las mujeres pueden tener consecuencias graves y destructivas en la vida de las personas a su alrededor.
Gilbert Markham es un personaje clave en «La inquilina de Wildfell Hall». Es el narrador en primera persona de gran parte de la novela y también es uno de los personajes más importantes de la trama. A lo largo de la novela, Gilbert se muestra como un hombre honesto, justo y comprometido con la justicia y la verdad. Él es un defensor de la libertad individual y la igualdad entre hombres y mujeres, y se opone a las normas sociales que restringen la libertad y la felicidad de las mujeres. En algunos aspectos, Gilbert es un personaje que representa la mentalidad más progresista de la época victoriana. Él está dispuesto a desafiar las normas sociales y las expectativas de género, y se esfuerza por entender y apoyar a Helen en su lucha por la independencia y la libertad.
En muchos sentidos, Gilbert Markham es presentado como el personaje masculino positivo en contraposición a Arthur Huntingdon, el personaje masculino negativo. En la novela, se puede ver una clara contraposición entre estos dos personajes masculinos. Gilbert es presentado como un hombre respetuoso, cariñoso y preocupado por el bienestar de Helen y su hijo, mientras que Arthur es representado como un marido abusivo y un padre negligente. Además, la novela utiliza el personaje de Gilbert para contrastar los valores masculinos más tradicionales y restrictivos de la época victoriana con los valores más progresistas y comprometidos con la igualdad de género. Gilbert es un personaje que cuestiona las normas sociales que restringen la libertad y la felicidad de las mujeres, mientras que Arthur es un personaje que encarna y defiende estas normas.
Además de estos tres personajes principales, hay otros personajes secundarios que también son importantes en la trama, como Frederick Lawrence, el mejor amigo de Gilbert, y Lady Lowborough, la amante de Arthur. Cada uno de estos personajes juega un papel importante en la trama y en la exploración de los temas centrales de la novela, como el amor, la familia, la religión y la sociedad victoriana.
Conclusión
Datos técnicos
