«El tugurio» de Émile Zola

Portada de «El tugurio» de Émile Zola
El Tugurio del tío Colombe estaba en la esquina de la calle de Les Poissonniers y del bulevar de Rochechouart. En el rótulo ponía, con letras alargadas y azules, una sola palabra: «Destilación», de punta a punta. En la puerta, en dos mitades de barril, había sendas adelfas polvorientas. El enorme mostrador, con sus hileras de vasos, su fuente y sus medidas de estaño, se alargaba a mano izquierda según se entraba; la amplia sala estaba decorada, en derredor, con grandes toneles pintados de amarillo claro, espejeantes de barniz, cuyos aros y espitas de cobre relucían. Más arriba, en los estantes, botellas de licor, tarros con frutas y todo tipo de frascos bien ordenados tapaban las paredes y reflejaban en el espejo de luna de detrás del mostrador sus manchas de vivo color, verde manzana, oro pálido o laca suave. Pero la curiosidad de la casa era, al fondo, detrás de una barrera de roble, en un patio acristalado, el aparato para destilar que los parroquianos veían funcionar, los alambiques de cuello alargado, los serpentines que se hundían en el suelo, una cocina diabólica donde acudían a soñar todos los obreros borrachines.

El tugurio, Émile Zola (pág. 57)

Sinopsis

Gervaise Macquart, que había llegado a París cargada de proyectos e ilusiones, se encuentra sola y con hijos que alimentar en uno de los barrios más pobres de la ciudad. Cuanto más intenta tirar adelante de forma honrada, lavando sin descanso ropa sucia para salir de ese lodazal de miseria, degradación y vicio, más se hunde en él y más cerca está de ser engullida por el tugurio donde hombres y mujeres se abandonan en los brazos del alcohol para desaparecer.


Valoración personal

Nota

9 (Magnífica)

* Puntuación de 0 a 10

Opinión personal

Hace tiempo que tenía ganas de leer una novela de Émile Zola. Aunque desde hace años tengo pendiente en mis estanterías otro libro suyo, «La obra», la publicación de «El tugurio» por la editorial Trotalibros despertó mi curiosidad y decidí que ya era hora de adentrarme en su obra. Como esta novela pertenece a la serie «Los Rougon-Macquart» y es anterior a «La obra» en orden cronológico, decidí leerla primero y la incluí dentro de mis retos para este año. La lectura de «El tugurio» me ha permitido conocer a Zola como autor y ha despertado mi interés por seguir explorando su obra literaria.

«El tugurio» es una novela cruda y realista que presenta una imagen de la vida de los trabajadores pobres en la Francia del siglo XIX, y es considerada una de las obras más importantes del movimiento literario naturalista. Se desarrolla en el París de la segunda mitad del siglo XIX y sigue la vida de una familia obrera que vive en la pobreza y la miseria.

La protagonista de la novela es Gervaise Macquart, una joven lavandera que se traslada a París con su amante, Lantier, en busca de una vida mejor. Sin embargo, pronto Lantier la abandona con sus dos hijos, Claude y Etienne y se fuga con Adèle, otra joven del barrio. Tras pasar unos meses del abandono Gervaise conoce a Coupeau, un oficial de cinquero, con quien se casa y tiene una hija, Nana. 

Coupeau, que era un buen trabajador, tras un tiempo de reposo por un accidente en el trabajo se acostumbra a holgazanear y eso le conduce a la taberna del Tio Colombe donde empieza a beber en exceso y se convierte en un alcohólico, lo que lleva a la ruina económica de la familia. Tras pasar unos años Gervaise también cae víctima de la bebida, lo que la lleva a una vida de pobreza y desesperación. Otros personajes de la novela, como Virginie, Nana, Lalie, y el señor Goujet, también luchan con sus propios problemas y vicios.

A medida que la historia avanza, los personajes se ven afectados por las consecuencias de sus decisiones y acciones, y sus vidas se ven dominadas por la pobreza, la enfermedad y la muerte. La novela explora temas como la lucha de clases, la influencia del ambiente, así como la vida en la ciudad y la moralidad de la época.

El título

Dos consideraciones sobre el título de la obra. En primer lugar, la obra en español siempre ha sido conocida como «La taberna», pero la editorial Trotalibros en una decisión valiente decidió sacar la nueva edición con el título de «El tugurio». Desde mi punto de vista ha sido una decisión acertada, ya que «El tugurio» se acerca más al ambiente que se respira en la novela que la tradicional traducción de «La taberna». No sé si desde el punto comercial es una buena decisión, pero una vez leída la novela uno se da cuenta que la nueva traducción está más acorde con el tono que Zola construyó en su obra.

Por otro lado, tanto un título como el otro, me hicieron imaginar que los protagonistas iban a ser los dueños de una taberna (o tugurio) y que la mayoría de la trama transcurriría dentro del local, es decir que sería una crónica detallada de la vida en la taberna y de las personas que la frecuentan. Mi sorpresa fue mayúscula al descubrir que la trama era totalmente diferente y que incluso el tugurio no es un lugar asiduo en la novela (aunque sí de los personajes). Pero eso no hace que el tugurio no tenga un papel fundamental en la historia. Porque para mí, el tugurio es el símbolo más destacado de la novela, creo que la intención de Zola era representar un lugar donde los personajes se refugian de sus problemas y preocupaciones, pero también un lugar donde se ahogan en su propia desesperación y fracaso. El tugurio, por lo tanto, para mí es un símbolo de la vida misma, llena de altibajos y situaciones difíciles. 

Otra elementos simbólicos

Pero el tugurio no es el único elemento simbólico que creo que utiliza Émile Zola para reforzar los temas y mensajes que se presentan en la historia. Desde mi punto de vista, hay un sinfín de elementos simbólicos. Por ejemplo el aguardiente del tugurio; creo que, por un lado, representa la adicción y la dependencia de los personajes a una sustancia que les proporciona un alivio temporal a sus problemas, pero que al final los lleva a su autodestrucción. El aguardiente es una forma de escape para los personajes, que se refugian en él para olvidar sus preocupaciones y problemas cotidianos. Por otro lado, creo que el aguardiente simboliza también la explotación de los trabajadores pobres por parte de los dueños de las tabernas. Las tabernas se convierten en lugares donde se aprovechan de las necesidades de los más pobres, vendiéndoles un producto barato y peligroso que termina enfermándolos y destruyéndolos. 

En definitiva, a mi parecer el aguardiente representa la lucha de los personajes contra la miseria y la opresión, y la imposibilidad de encontrar una salida a sus problemas; no es otra cosa que un símbolo de la precariedad y la desesperanza de las clases más pobres de la sociedad.

Después del segundo vaso, Gervaise dejó de sentir el hambre que la atormentaba. Ahora se había reconciliado con Coupeau, ya no estaba resentida con él por haber faltado a su palabra. Irían al circo otro día; tampoco era para tanto, los malabaristas galopando encima de un caballo. En el local del tío Colombe no llovía, y si la paga se iba en aguardiente, al menos se la metían entre pecho y espalda, se la bebían cristalina y reluciente como un hermoso oro líquido. ¡Ay, qué poco le importaba ahora el mundo! La vida no le ofrecía tantos placeres; de hecho, le parecía un consuelo estar a medias en el derroche de la paga.

El tugurio, Émile Zola (pág. 407)

Este fragmento muestra cómo el aguardiente tiene un efecto inmediato en Gervaise, haciéndola sentir feliz y eufórica al principio. Sin embargo, a medida que bebe más, su comportamiento se vuelve cada vez más errático y desinhibido, y al final termina completamente borracha. Este episodio marca el comienzo de la adicción al aguardiente de Gervaise, y es un ejemplo de cómo el alcohol se convierte en un símbolo de la autodestrucción y la decadencia en la novela.

Otro elemento simbólico es la ruleta del tugurio del tio Colombe. La ruleta de la taberna simboliza la idea de la suerte y el azar en la vida de los personajes. La ruleta es un juego de azar que representa la oportunidad de ganar dinero rápido y fácil, pero también puede llevar a la ruina y la adicción. La ruleta también puede simbolizar el destino de los personajes, ya que sus decisiones y acciones están fuera de su control y están sujetas a la suerte y el azar. En este sentido, la ruleta representa la imprevisibilidad y la incertidumbre de la vida.

Personajes

Otro aspecto que me ha llamado la atención es el uso de los personajes de Zola (o al menos el uso que creo que les da el autor), porque desde mi punto de vista cada personaje tiene un papel simbólico importante en la representación de la lucha de clases y el impacto de la pobreza en la vida de las personas. A través de los personajes, Zola destaca los problemas y desafíos de la clase trabajadora en una sociedad que a menudo los ignora y los marginaliza:

Gervaise: como protagonista principal de la novela, representa a la clase trabajadora pobre y lucha contra las dificultades económicas, la falta de educación y el alcoholismo. Simboliza la lucha de las mujeres trabajadoras y las madres solteras para sobrevivir y criar a sus hijos en un entorno hostil.

Coupeau: el esposo de Gervaise, representa la pérdida de la dignidad y la autodestrucción a través del alcoholismo. Su personaje simboliza la degradación y el abandono de las responsabilidades familiares debido a la adicción al alcohol.

Lantier: el amante de Gervaise, simboliza la seducción y la tentación del placer instantáneo. Es un personaje que representa la falta de compromiso y la irresponsabilidad.

Madame Lorilleux: hermana de Coupeau y vecina de Gervaise, representa la hipocresía y la avaricia. Su personaje simboliza la envidia y el deseo de riqueza y poder que pueden llevar a la traición y a la crueldad.

Nana: la hija de Gervaise y Coupeau, simboliza la corrupción y la decadencia de la sociedad. Su personaje representa la falta de educación y la falta de oportunidades para las mujeres jóvenes de la época.

El tio Bazouge (el enterrador): simboliza la muerte y la decadencia en la sociedad parisina del siglo XIX, así como la muerte social y económica que muchos de los personajes experimentan a lo largo de la novela. Su presencia constante recuerda a los personajes y al lector que la vida es frágil y que la muerte es una presencia constante en sus vidas.

Lalie: simboliza la opresión y el abuso infantil en la sociedad parisina del siglo XIX, la vulnerabilidad y la fragilidad de la vida, y la falta de acceso a la atención médica y las oportunidades.

Virginie: simboliza la traición y la falta de lealtad en las relaciones amorosas. Al tener una aventura con Lantier, Virginie traiciona la confianza de Gervaise y contribuye a la disolución de su relación. La traición de Virginie representa la fragilidad de las relaciones amorosas en la sociedad parisina del siglo XIX.

El señor Goujet: A diferencia de otros personajes de la novela que luchan con adicciones, desempleo y pobreza extrema, Goujet es un herrero trabajador y hábil que tiene una vida modesta pero estable. Es un personaje leal, generoso y compasivo, siempre dispuesto a ayudar a los demás. Goujet encarna los valores tradicionales de la clase obrera, como la honestidad, el trabajo duro y la lealtad, que Zola contrasta con los vicios y la corrupción que se encuentran en la vida de la clase obrera de París.

Conclusión

En conclusión, «El tugurio» de Émile Zola es una novela que ofrece una visión detallada y realista de la sociedad francesa del siglo XIX. A través de la vida de sus personajes, Zola retrata la vida de la clase obrera, así como los temas de la pobreza, el alcoholismo y la lucha por la supervivencia. La novela es un ejemplo del estilo literario realista de Zola y ofrece una visión inquietante y conmovedora de la vida en la ciudad de París en el siglo XIX. 

La he disfrutado de principio a fin, y ha despertado mi interés por seguir explorando la obra literaria Émile Zola. Recomendaría esta novela a aquellos interesados en la literatura naturalista y social, así como a aquellos que quieran explorar la obra de Émile Zola. También puede ser interesante para aquellos que quieran conocer más sobre la vida cotidiana y las luchas de la clase trabajadora en la Francia del siglo XIX.


Datos técnicos

Cubierta de «El tugurio» de Émile Zola
Título: El tugurio
Autor: Émile Zola
Traductora: Amaya García Gallego
Editorial: Trotalibros
Encuadernación: Tapa dura
ISBN: 978-99920-76-30-9
Idioma Original: Francés
Idioma: Español
Año edición: 2022
Año primera edición: 1877
Páginas: 528
ColecciónLos Rougon-Macquart

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