«La nieta del señor Linh» de Philipe Claudel

Portada de «La nieta del señor Linh» de Phillipe Claudel
Que su país está lejos. Que su país, en cierto modo, ya no existe. Ya no es más que fragmentos de recuerdos y sueños que sólo sobreviven en su cabeza de hombre viejo y cansado.

La nieta del señor Linh, Philippe Claudel (pág. 35)

Sinopsis

Una fría mañana de noviembre, tras un penoso viaje en barco, un anciano desembarca en un país que podría ser Francia, donde no conoce a nadie y cuya lengua ignora. El señor Linh huye de una guerra que ha acabado con su familia y destrozado su aldea. La guerra le ha robado todo menos a su nieta, un bebé llamado Sang Diu, que en su idioma significa «Mañana dulce», una niña tranquila que duerme siempre que el abuelo tararee su nana, la melodía que han cantado durante generaciones las mujeres de la familia.

Instalado en un piso de acogida, el señor Linh solo se preocupa por su nieta, su única razón de existir hasta que conoce al señor Bark, un hombre robusto y afable cuya mujer ha fallecido recientemente. Un afecto espontáneo surge entre estos dos solitarios que hablan distintas lenguas, pero que son capaces de comprenderse en silencio y a través de pequeños gestos. Ambos se encuentran regularmente en un banco del parque hasta que, una mañana, los servicios sociales conducen al señor Linh a un hospicio que no está autorizado a abandonar. El señor Linh consigue, sin embargo, escapar con Sang Diu y adentrarse en la ciudad desconocida, decidido a encontrar a su único amigo.

Su coraje y determinación lo conducirán a un inesperado desenlace, profundamente conmovedor. 


Valoración personal

Nota

8 (Conmovedora)

* Puntuación de 0 a 10

Opinión personal

Se trata de una «nouvelle», o novela corta,  muy conmovedora que te enternece el corazón. La novela nos cuenta la historia de un anciano que tiene que huir de su país a causa de una guerra que está devastando toda su tierra. Tras el fallecimiento de su familia a causa de una bomba, se ve obligado a salir del país con su nieta. Cuando llega al destino, desconoce el idioma del nuevo país y sus costumbres, y eso le hace sentirse más solo aún. Se aloja junto a otros refugiados de su país, pero con los que no les une nada en común. El único consuelo que tendrá será su pequeña nieta, hasta que conoce a un nuevo amigo originario del país de acogida, y con el que únicamente hablará por pequeños gestos, puesto que cada uno desconoce la lengua del otro.

En todo el libro, Philippe Claudel no nombra el país del cual es originario el señor Linh y del cual tiene que salir, al igual que tampoco dice el nombre del país donde es acogido. Esta omisión por parte del autor, creo que es intencionada; creo que lo hace para mostrarnos que el sufrimiento del señor Linh al llegar a un país con una lengua y costumbres desconocidas, es el mismo que padecen cada uno de los refugiados sean del país que sean y lleguen al país que lleguen. Es doloroso ver cómo un pobre hombre después de haberlo perdido todo, familia, casa y recuerdos, llega a un país totalmente desconocido y no tiene la posibilidad de relacionarse con otras personas para mitigar un poco las penalidades.

Hay un momento hacia el final del libro, que es vergonzante ver cómo es tratado el señor Linh; lo tratan de una forma despectiva y sin miramientos e incluso la gente es capaz de burlarse de su desgracia. Pero lo que más me encogió el corazón es darme cuenta que, aun siendo una historia ficticia, en realidad estos actos inhumanos son muy reales y pasan cada día. Sólo hay que recordar cómo nos comportamos con los refugiados de Siria para darnos cuenta que esta historia es muy real, y tal vez, se queda corta con respecto a la realidad.

Aunque en la sinopsis hablan de un final inesperado, a mitad de la historia empiezas a encajar piezas y lo ves venir. Pero no creo que quite emotividad a la historia sino todo lo contrario, al menos para mí, durante la última tercera parte me emocionó ver cómo el señor Linh se aferra a su amor, como si fuera su única tabla de salvación después de haberlo perdido todo en su país.

Me ha encantado la novela y creo que «La nieta del señor Linh» debería ser de lectura obligatoria en los institutos. Creo que es una sencilla historia que ayudaría a empatizar a los más jóvenes con el sufrimiento de los refugiados de todos los países, y tal vez, se darían cuenta de lo duro que es llegar a un país desconocido, con una lengua extraña, sólo y sin nada en los bolsillos. Un relato que, sin ser empalagosa, enternece el corazón. 


Datos técnicos

Contraportada de «La nieta del señor Linh» de Phillipe Claudel
Título: La nieta del señor Linh
Autor: Philippe Claudel
Traductor: José Antonio Soriano
Editorial: Salamandra
Encuadernación: Rústica
ISBN: 978-84-9838-003-3
Idioma Original: Francés
Idioma: Español
Año edición: 2006
Año primera edición: 2005
Páginas: 128

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