«Los misterios de East Lynne» de Ellen Wood
El mundo se rige por la regla de los contrarios, y esa es la verdad. Despreciamos lo que poseemos y anhelamos lo que no podemos tener.
Los misterios de East Lynne, Ellen Wood (pág. 634)
Sinopsis
Un respetado abogado de East Lynne, Archibald Carlyle se enamora de lady Isabel Vane, una joven que acaba de perder a su padre y que se traslada a casa de su tío, el nuevo Lord Mount Severn, y su esposa Lady Mount Severn, la cual detesta a su sobrina. El señor Carlyle le propone matrimonio a lady Isabel. Sin embargo, la joven siente una fuerte atracción hacia Francis Levison, un hombre de reputación dudosa. Isabel deberá escoger entre los dos, y esa decisión marcará su destino de por vida. Entretanto, el asesinato de George Hallijohn sacude la plácida vida de East Lynne: Richard Hare, hijo del respetado juez Hare, es acusado del crimen y se da a la fuga, y la dulce Barbara Hare, enamorada en secreto de Archibald Carlyle, tratará de demostrar su inocencia. El escándalo está servido y las vidas de los habitantes de East Lynne jamás volverán a ser las mismas.
Valoración personal
Nota
Opinión personal
Una gran historia que transcurre en la Inglaterra Victoriana del siglo XIX. En esta novela hay de todo: misterio, intrigas, costumbrismo, romanticismo, adulterio y un permanente escrutinio de la sociedad victoriana. Si soy sincero, leí la novela porque en la sinopsis hablaba de un asesinato y los libros de misterio son una de mis debilidades. Aunque si bien es cierto que existe el crimen, éste no es el tema principal e incluso en algunos momentos desaparece totalmente de la trama para centrarse en otros aspectos. En un principio esto me decepcionó bastante, pero el libro está repleto de giros totalmente inesperados; cuando creía que la historia se encaminaba hacia un final, de repente la trama daba un vuelco de 180 grado que me pillaba desprevenido y que tiraba por suelos todas mis suposiciones. Estos giros son recurrentes en toda lo novela proporcionándole cierta originalidad a la historia.
Además, estos cambios bruscos hacen que el interés y el suspense se mantenga hasta el final. Es cierto que hay momentos en que la autora fuerza el giro, muy al estilo de un «Deus ex machina», que si en otras novelas me han llegado a molestar, en este libro no le quita valor sino más bien todo lo contrario, lo revaloriza puesto que consigue enredar todavía más la trama y así aumentar la intriga.
La narración nos muestra la sociedad victoriana de la Inglaterra del siglo XIX, tantos sus prejuicios como sus costumbres. Las mujeres tienen un papel fundamental a lo largo de la historia; diría que crucial, ya que sin ellas no tendría sentido la novela. Sus maquinaciones tendrán un papel primordial en la trama, sus deseos y anhelos dotarán sentido a toda la historia y sus prejuicios enredarán el argumento.
En cuanto a los personajes, he de decir que desde un principio yo era partidario de la joven Barbara Hare. Lady Isabel al principio me parecía una cría mimada y malcriada; conforme transcurre la historia su carácter me disgustaba más, pero al final de la novela ha conseguido estremecerme y encogerme el corazón. Sigue habiendo partes en las que no entiendo a Lady Isabel, sobre todo el tema relacionado con sus hijos (que por cierto, tiene un hijo que muere pero que ni se acuerda de él en todo el libro - es un poco spoiler pero no tiene relevancia en la historia pero que dice mucho de su carácter). Sin embargo, Ellen Wood consigue caracterizarla extraordinariamente, no solo con sus descripciones y diálogos, sino que en todas sus acciones y sus diálogos internos muestra como es la mentalidad y carácter de Lady Isabel.
Un aspecto negativo para mí de la novela es el villano, Francis Levinson. Ellen Wood quiere describirlo como un galante seductor, pero no sé si lo llega a conseguir. A mí al menos me ha parecido un pasmarote ridículo con ínfulas de conquistador, al que me costaba creer que toda joven cayera rendida en sus brazos. Muy lejos de otros galanes de la literatura como pueden ser Rhett Butler («Lo que el viento se llevó») o el conde Vronsky («Anna Karénina»).
Los «Deus ex machina» y el poco creíble seductor Francis Levinson son las únicas pequeñas cosas que puedo decir que me han chocado de la novela, el resto me ha parecido impresionante. Me cuesta entender que esta novela no sea más conocida y esté tan olvidada habiendo otras de su época que son mucho más conocidas y en cambio no están a su altura.
El final de la novela me ha conmovido el corazón, y eso que soy de las personas que le cuestan estremecerse con las historias. Una gran historia que recomiendo enormemente para todo el mundo, tanto para los que quieran una novela de misterio, como a los que les gusten las novelas en la época victoriana, o a los que buscan una novela costumbrista.
Datos técnicos
