«Tres habitaciones en Manhattan» de Georges Simenon

Portada de «Tres habitaciones en Manhattan» de Georges Simenon
A la larga, aquella marcha silenciosa en medio de la noche adoptaba el aire solemne de una marcha nupcial, y los dos se daban cuenta de que se apretaban más el uno contra el otro, ya no como dos amantes, sino como dos seres que hubiesen errado largo tiempo en la soledad y que por fin hubiesen obtenido la gracia inesperada de un contacto humano

Tres habitaciones en Manhattan, Georges Simenon (pág. 53)

Sinopsis

Frank un actor francés recientemente divorciado, conoce una noche en un bar de Nueva York a Kay, una joven austriaca que acaba de perder la habitación que compartía con una amiga. Esa noche tras un largo paseo por las calles de Manhattan acaban en la habitación de un hotel. A lo largo de varias noches repetirán este paseo nocturno por los oscuros callejones de Nueva York, que aprovecharán para conocerse y aliviar su soledad. Pero las inseguridades y los celos de Frank harán peligrar la nueva relación y posiblemente la última oportunidad de encontrar un sentido a sus vidas.


Valoración personal

Nota

9 (Buenísimo)

* Puntuación de 0 a 10

Opinión personal

Llegué al libro sin conocer la trama, pero sí que conocía a Simenon y sus novelas de Maigret, por lo que me imaginé que sería una novela negra. Mi sorpresa fue que no lo era y que trataba sobre una relación de pareja. Pero sin duda este libro no es una novela romántica, y como ya he dicho tampoco es una novela negra, sin embargo, sí que tiene ese aire sombrío y oscuro de las clásicas novelas negras en la que la trama discurre por la noche en locales oscuros y de mala reputación. A todo esto hay que sumarle que el tono de la novela invita a pensar que al girar cada página se va a desvelar un misterio o está apunto de ocurrir alguna tragedia.

Sin duda el tema central de la novela no es el amor, sino la soledad. Frank es un actor francés que ronda los 50 años que su mujer acaba de dejarlo por un actor mucho más joven. Por orgullo huye de Francia y viaja a Hollywood para demostrar a su exmujer que ella fue un lastre para su carrera de actor. Pero al llegar a Estados Unidos no consigue grandes papeles y la frustración hace mella en él. Después de un tiempo en América sin conseguir sus objetivos se encuentra solo, sin amigos y sin familia. La historia empieza justo cuando la frustración profesional de Frank junto al sentimiento de soledad están en su momento más álgido.

Por su lado, Kay es una austriaca que lleva años viviendo en Nueva York después de un periplo por varios países de Europa. Durante su estancia en América ha tenido varias relaciones esporádicas pero ninguna ha llegado a nada serio. Al igual que Frank, Kay tiene a su hija lejos de ella, en Europa, y su mejor amiga con la que compartía piso se acaba de ir, dejándola sin habitación donde dormir. Esto hace que su mundo se derrumbe y la soledad que ya sentía anteriormente se vea realzada y elevada a la enésima potencia.

Cuando Frank como Kay se conocen, descubren en el otro un alma gemela que sufre la misma soledad que él. Se aferran el uno al otro como si fuera el último salvavidas para dos náufragos que se han encontrado en la noche de Manhattan. No obstante, el abandono que ha sufrido Frank por parte de su exmujer le creará inseguridad en sí mismo y eso afectará a la relación con Kay. Esa inseguridad le producirá desconfianza en todo lo que le cuente Kay de su vida, le provocará también celos de las anteriores relaciones de ésta, y todo esto lo llevará a convertirse en un ser posesivo y en un peligro tanto para él como principalmente para Kay. Al final, todas estas circunstancias hacen que la relación sea tóxica y nada sana, lo que produce que el lector no sienta ninguna empatía con Frank.

Leyendo algunas opiniones de otros lectores que valoraban negativamente la novela, lo achacaban principalmente a esta relación tóxica y que no llegarán a conectar con el protagonista. Supongo que si se lee el libro pensando que es una historia romántica puedas llevarte esa decepción. Por mi parte, creo que Simenon no nos contaba una historia de amor, tal y como comentaba al principio; si así fuera el tono sería completamente distinto, habría mucha más luz, pasearían por el Central Park, o por las grandes avenidas de Nueva York, entrarían en lugares abarrotados de gentes. Pero Simenon hace todo lo contrario, el tono es oscuro y sombrío, y para ello hace que los protagonistas solo paseen por la noche, entran a antros oscuros donde o bien están apunto de cerrar o únicamente queda algún borracho en la barra del bar; y esto hace que la historia sea lúgubre, muy lejos de ser alegre. El escenario va en concordancia con el estado anímico de los protagonistas, ese estado en que nos sentimos tan solos y deprimidos que nos lleva a aceptar cualquier salida o auxilio aunque signifique su destrucción.

En conclusión, me ha parecido una novela escrita magistralmente. Un libro que sin ser una novela negra al uso, tienes la sensación de que hay algún misterio a resolver o está apunto de ocurrir una tragedia. Y con un tono que le va como anillo al dedo para la historia de dos almas solitarias y desesperadas por encontrar a alguien que los salve, o como dice en la cita que he resaltado, por obtener contacto humano.

Datos técnicos

Título: Tres habitaciones en Manhattan
Autor: Georges Simenon
Traductora: Núria Petit
Editorial: Acantilado-Anagrama
Año edición: 2021
Año primera edición: 1946
Páginas: 192

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